Budapest es una ciudad que se puede disfrutar todo el año, pero la experiencia variará según la época del año en que la visites. Los meses de primavera (de marzo a mayo) y otoño (de septiembre a noviembre) se consideran generalmente los mejores para visitarla debido al clima templado y a la menor afluencia de gente. La ciudad está en su máximo esplendor durante estas estaciones, con los árboles en flor en primavera y las hojas coloridas en otoño creando un paisaje impresionante.
Los meses de verano (de junio a agosto) son la temporada alta de turismo, con muchos festivales, eventos y actividades al aire libre. Sin embargo, las temperaturas pueden llegar a ser bastante altas, a veces superando los 30 °C (86 °F), y las atracciones pueden estar abarrotadas. Si disfrutas de la animada vida callejera y los eventos culturales, el verano puede ser un buen momento para visitarla.
En invierno (de diciembre a febrero), Budapest se transforma en un mágico paraíso invernal, especialmente en Navidad, cuando los mercados y las decoraciones de la ciudad iluminan las calles. Aunque puede hacer frío, con temperaturas que suelen descender por debajo del punto de congelación, es un momento fantástico para experimentar los baños termales y los acogedores cafés de la ciudad. Además, el mercado navideño de Budapest es uno de los mejores de Europa.